martes, 13 de agosto de 2013

El vuelo del cisne negro

(Este es un fic de SS creado por mi)
En alguna region en Rusia...

Un bebe nacido en seno de una familia pobre que formaba parte de una región rusa "el anillo de la muerte de Stalin" esta estaba compuesta por 3 pequeños pueblos de nombre difíciles de pronunciar. Al crecer este pobre niño no tuvo una buena infancia junto a sus padres, ya que ellos trabajan día y noche, su abuelos murieron en una noche demasiado fría donde los cuidaban a él.

Había pasado ya 10 años, su padre había muerto en la guerra y su madre estaba dejando de lado a pequeño ginko por su hermano que había nacido apenas él tenía 7 años. Ginko pasaba días fríos vendiendo comida para ayudar en su casa para que su hermano tuviera algo que comer todas las noches, jamás odio a sus padres y a su hermano. Siempre asumía todo lo que sucedía con mucha madurez, su madre deseo que él se convirtiera en una gran persona.

Cuando Ginko había logrado comenzar la escuela, tarde por cierto ya que estuvo trabajando en el frio durante mucho tiempo. Su desempeño dentro de las actividades deportivas era esplendido, incluso sus profesores se preguntaban cómo soportaba los fríos de aquellos días. Al llegar a la pubertad los cambios en su cuerpo desde niño habían cambiado para bien, lo que cambio fue algo sucedido a los 14 años.

En los bosques en las cercanías de lugar en un mes frio de febrero, se podría decir el mismo día de cumpleaños de joven Ginko, el brillante cielo marcado por una aurora boreal se vio interrumpido. Esto solo causo que el bosque se llenara de gritos, y explosiones que parecieran como si decenas de estrellas explotaran. Entonces el joven ginko invadido por la curiosidad llego corriendo hacia allí, solo con un tapada, a su edad tenía una mayor resistencia al frio mucho más que cualquiera de aquellos pequeños pueblos.

Al llegar una gran explosión de energía estaba destruyendo las copas de los árboles, el frio se había detenido allí, y se podía sentir como una gran fuerza estaba imponiéndose. El joven ginko cuya fuerza era superior a la de sus compañeros era capaz de resistir aquellas fuerza donde podía como si las estrellas chocaran entre sí, entre ellas podían ver algunas persona vestidas con ropas doradas como si fueran soldados de ejercito medievales, y del lado del ginko, se encontraba un hombre, un hombre de cabello blanco igual que el vestido con una ropa oscura, parecía casi una armadura. Pero aquel hombre resultaba leve familiar, casi como si fuera el padre muerto de aquel joven.

Un grito rompió el unísono del combate.
-¡PAPA!-. Este grito solo hiso que aquel de cabello blanco mirara a su espalda, portaba un casco con un símbolo de un cisne negro, un ave que jamás se había visto por allí.

-Hijo...-. Había respondido aquel hombre de oscura armadura, sino fuera que una fuerza en forma de un gran dragón verde impacto contra él, lanzándolo un gran árbol que se encontraba al lado del este joven.

Un hombre de pelo marrón que portaba una armadura doraba donde unos escudos se podía ver acompañado de lanzas, parecía como si un soldado divino acabara con la vida de aquel hombre, cuya razón de pelea era desconocida.

-Padre... ¿qué significa esto?...-. Y el joven que este momento se sentía como un niño rompió en lágrimas, pero su padre abriendo levemente los ojos tomo aquellas lágrimas convirtiéndolas en cristales para que pare de llorar. -Hijo...-Respondió su padre. -Ya no podre protegerte de las fuerzas de este mundo, pero tu posees una mayor fuerza que la mía, debe esforzarte y vencer al enemigo que una vez amenazo este pueblo que yo y tu madre amamos, así como yo siempre te quise a ti, hijo mío- . Y los ojos del hombre se cerraron, pero aun respiraba, así que lentamente se ponía de pie.

-No padre, tienes que descansar, volvamos a casa mama nos espera...- Este niño no podía dejar de llorar, los sentimientos eran más fuerte que él.

-Yo moriré aquí, pero toma aquella caja con la forma del ave que porto, y vete de aquí, tu mereces vivir, no como yo en este momento-. Y una fuerza invadió aquel lugar donde el padre se encontraba, el cielo se nublo y volvía a nevar allí, pero esta era una nieve oscura, parecía peligrosa.

-Está bien, padre... - Dijo el joven, pero al tomar la caja otra persona con otra armadura dorada interrumpió su paso, en la zona de sus hombreras, portaba unos cueros gigantes como si fuera la representación de un carnero y sin decir una palabra el joven que encerrado en unos cristales cuyo brillo era igual al de la luces celestes. -¿Por qué me tienes aquí, yo no he hecho nada?- Eso dijo en razón de socorro, pero sus palabras no fueron oídas, y este hombre vestido de dorado señalo al hombre que era su padre, que se encontraba volando por los aires, y aquel hombre que había atacado con un dragón verde hacia su pecho ahora lo había llevado al cielo, y de este cayó al suelo con mucha fuerza. Se pudo escuchar que los huesos del padre se habían quebrado, y la armadura que lo protegía se encontraba dañada también.

-Por ayudarlo sufrirás su mismo destino, esbirro de ares- Esas fue la respuesta del hombre vestido como un carnero, el chico quedo impactado y se encontraba en una encrucijada psicológica.

Su padre se había levantado una última vez, pero no era para atacar a los hombres dorados, sino para liberar a su hijo. Con una gran fuerza de voluntad su padre había posados su brazos sobre su cabeza y una energía oscura se proyectaba por ellos, esta fue lanza como una gran onda de energía fría rompió el cristal que cubría al joven ginko. Su padre le ordeno irse, pero antes la armadura que lo protegía a él se la otorgó a su hijo. -Esto es tuyo ahora, lo mereces mucho más que yo, adiós hijo mío-. Estas fueron sus últimas palabras, ya que instantes después entro en combate con los otros dos hombres vestidos de dorados, pero uno se encontraba siguiendo al joven ginko, ya se notaba que no le permitirán escapar. Todo era una gran confusión.

Por otro lado, la madre ginko se encontraba preocupada, era su cumpleaños y el no volvía. Entonces salió en su búsqueda, hacia una explosión de luces había captado su atención. Al llegar allí se había encontrado una extraña energía en el aire y muchos cráteres en al aire, como si un gran combate tuviera allí lugar, esto le recordó a su marido; y que jamás le había dicho a su hijo que su padre se había ido y no que había muerto en combate. Sin embargo al llegar se encontró con la mayor sorpresa de su vida, su marido que se había ido en la infancia de sus hijos se encontraba allí herido y muerto. Pero ella ignoraba lo último, solo lloraba por la muerte, llena de rabia vio una pisada que se encontraban en el camino y la estuvo siguiendo; nota que alguien con una gran caja se caía al suelo repetida veces, y los cráteres se repetían.

La mujer se encontró con hijo mayor huyendo de un hombre de vestidura doradas, pero su hijo estaba diferente, vestía la misma ropa que una vez le descubrió a su marido y a misma caja gris con el símbolo de cisne, como si su hijo fuera la representación de padre. -¡¡Ya para es solo un niño!!- Grito su madre, mientras corría hacia su hijo para protegerlo. -Señora apártese sino quiere recibir el mismo destino que este joven- Respondió el hombre dorado. Pero la madre de ginko seguía en su misma postura.
Entonces el hombre vestido con una armadura dorada en forma de carnero creo unos efectos de luces como si las estrellas bajaran a la tierra, estas fueron directas contra el niño y su madre, que por proteger a su hijo recibió aquel poderoso ataque y falleció casi al instante cayendo al suelo.

El joven había encontrado su límite, y su armadura comenzó a brillar en razón de su ira, su grito estaba estremeciendo el lugar, la nieve se había detenido en el aire, y ahora habían tomado el mismo color oscuro que su padre había creado.

El Hombre dorado retrocedió al ver que el suelo se congelaba, la ira de Ginko estaba congelando todo el ambiente, pero al intentar frenarlo los copos de nieves crecieron formando círculos y brillando de una manera oscura protegieron al furioso Ginko. Pero el hombre dorado prefiero dejarlo, ya que su dolor era demasiado como para morir ahora, pero al intentar huir, su pies ya se encontraban adheridos al piso, un hielo solido no lo dejaba moverse, pero el otro hombre dorado llego justo a tiempo a liberar a su compañero y huir. Con suerte jamás volvería a aquellas tierras heladas.

Cuando se retiraron, el joven y herido Ginko yacía arrodillado en el suelo al lado del cuerpo de su madre, luego de este mal rato, fue también por el cuerpo de su padre para darle un digno entierro. Volvió a su casa a buscar a su pequeño hermano de 7 años, que llevo a vivir a la casa de sus tíos y le pedio que no volvería hasta no saber la verdad sobre sus padres, pero le dejaba encargado el cuidado de su hermano. Algún día volvería.

Tomo la caja gris, que se encontraba aquella armadura en forma de cisne negro dentro. Con su capa y su coraje emprendió un viaje a buscar a aquella persona llamada Ares...
Ya 4 años habían pasado desde que sus padres fallecieron a manos de unos hombres vestidos con ropas doradas. Durante estos el joven Ginko solo había estado entrenando, pensando que así lograría entender las decisiones de su padre, además de descubrir a que poder frio que poseía esa armadura negra.

Aquellos hombres hablaron de alguien llamado Ares, esto llamo realmente la atención de Ginko ya que él pensaba que quizás él podría decirle la verdad sobre su padre y porque murió. Pero luego de tanto tiempo solo había estado alimentando un rencor hacia los asesinos de su padres, aquello lo había ayudado a ser más fuerte y a entender que pase ese día con la armadura negra y porque fue capaz de congelar los pies del hombre vestido como carnero. Muchas preguntas vagaban por su cabeza, pero las respuestas nunca aparecieron en 4 años.

Sin embargo alrededor de su cumpleaños, ya se encontraba en Grecia, había escuchado de ciertas persona que Ares pertenece a un mito y quería saberlo bien para estar seguro de lo que encontraría. Y así de dirigió de Rusia a Grecia con 18 años, su cuerpo entrenado y pudiendo manejar la armadura que llevaba en aquella caja que portaba todo el tiempo. El creía que esa era la mejor de ser como su padre, y estar también cerca de su madre que había perdido.

Cerca de algunas ruinas donde se encontraban antiguas ruinas que pertenecían a la diosa Athena, se dice que todavía habita gente por allí y que ellos tienen el conocimiento para responder a la mayoría de sus preguntas. Pero era un largo camino y el lugar solo parecía ser un sitio abandonado, lleno de coliseos viejos y pilares partidos. Entonces se sentó a descansar por allí, dejo aquella mochila con su armadura, ya que era mucho peso el que estaba soportando y el largo viaje lo agotaba cada día más. Vivió siempre con lo que aprendió en su escuela, y vivía de su propia fuerza de trabajo, según a sus términos él ya era todo un hombre.

Al tercer día de buscar entre esas antiguas ruinas respuesta a la muerte de su padre sucedió algo extraordinario. Mientras el descansaba a la luz del sol, se había quedado dormido, pero se sentía diferente como si una fuerza se acercara a él, tampoco entendía cómo interpretar esta fuerza creciente. Pero lo tomo como señal de peligro, entonces tomo su caja y pensaba seguir su camino cuando una voz interrumpió eso.

-¿A dónde vas berseker de cisne, te hemos estado buscando?-

Sin decir una palabra, Ginko seguía lentamente su camino. Pero otra vez le hablaron.

-Hey, te estoy hablando de ti cisne que haces cerca del santuario, no tenemos órdenes de merodear por aquí.- Dijo aquel hombre.

-¿Acaso dijiste santuario?-. Respondió Ginko.

-Tu voz suena diferente cisne, ¿Que te sucede, porque no dices que ha acontecido para que desaparezcas durante tantos años?, El dios Ares se preocupa siempre por su ejército añadió.

-¿Ares?- Rápidamente se dio vuelta a ver hacia el hombre, pero una persona también vestida con una armadura similar al hombre de armadura dorada, pero ginko no miro el color sino su forma. -Así que has estado siguiendo, también quieres acabar con mi vida, como hiciste con mi padre, ¡EH!- Rápidamente a toda velocidad Ginko se acercó al hombre de armadura, porque llevaba una similitud con aquel hombre vestido como carnero, solo que el rencor no le permitía ver correctamente.

-¿Que intentas?- El hombre de armadura negra noto las intención de Ginko, descubrió que por decir lo que dijo, él no era el berseker de cisne que conocía, pero le invadió la pregunta ¿Quién era aquel joven entonces? Pero un segundo despistado esquivo con una increíble agilidad al ataque del chico, y empujándolo a un lado dijo -¿De dónde sacaste eso, niño, que paso con el anterior portados de aquella armadura?-.

Resignado ante la habilidad de su oponente Ginko respondió -Mi padre me la otorgo ante de morir para salvarme de un hombre con armadura doradas que me atacaron, (en ese momento Ginko observa que la armadura que portaba el hombre también era negra como la suya) y creo que te confundido contra persona, dijiste algo sobre Ares dime que sabes de el-. La actitud de Ginko había vuelto a ser tranquila y fría como suele ser la mayoría del tiempo.

-Ya veo, eso quieres decir que tú eres hijo, pero ¿porque la armadura no te destruyo?- Dijo el hombre vestido como un carnero negro.

-¿Destruirme? Esta armadura salvo mi vida en aquel momento, de la ira por todo lo sucedido, comenzó a congelar todo, incluso la armadura del el carnero dorado-. Menciono Ginko.

-Entonces si eres su hijo, él una vez menciono algo sobre su familia, pero Ares no permitía eso a los berseker, mas a los portadores de las 5 armadura legendarias como la tuya. Mi nombre es Benja, soy el berseker de Aries y como tu padre estoy al servicio del señor Ares. El encargo la búsqueda de tu berseker.-

-Mi nombre es ginko, berseker de Aries, disculpa que no confié mucho en ti, pero como me encontraste llevo tiempo viajando y jamás nadie me había encontrado.- Comentaba también Ginko.

-Porque he sentido el cosmos que emana tú y tu armadura son realmente únicos.- Explicaba benja.

-¿Que es el cosmos?- Pregunto Ginko.

-Es aquella fuerza que rige el universo, de esta nosotros los berseker y otra organización mostrando nuestro habilidades en la batalla.- Luego de explicar benja podía en la cara de ginko un niño que busca el conocimiento por simple curiosidad, entonces le propuso algo. -Si quieres saber más sobre tu padre, ven conmigo y mi compañero- Esto decía mientras caminaba hacia otra figura negra.

-¿Compañero?, si me prometes que esto me responderá las preguntas que necesito, entonces iré y ¿quién es tu compañero?- Se preguntaba Ginko.

-El berseker de Cáncer, mi amigo y mentor. Él te ayudara también, pero no esperes un trato agradable, de ninguno de nosotros, esa no son las actitudes de un berseker, estamos aquí porque tú eres el portador de la armadura ahora, y deberás explicarle eso al señor Ares.-

Luego de esta presentación el berseker de cáncer Jae, se presenta ante Ginko, ambos miraban a Ginko como un novato esperanzado. No solo hacia feliz tener que llevar a ese niño, pero tampoco podría volver por nada, sino uno de los hijos de Ares los castigaría.

Esto era un nuevo viaje para ginko, al fin había encontrado alguien similar a él y que conocían a su padre. Esto solo lo volvía feliz, pero un sentimiento de rencor y venganza se seguía formando dentro de él, y parecía que al llevar aquella armadura de cisne, se volvía más fuerte.

Llegaron a un bosque lejos de aquella ruinas, el berseker de Aries llevo su mano hacia una gran piedra, y con un poder psíquico logro moverla como si fuera un papel. Esta puerta tenía la forma de un portal, a donde llevaría el portal, nadie lo sabía. Antes de ingresar ambos berseker le advirtieron que se colocara la armadura, sin ella no podría pasar sino morirá de una dolorosa forma. Y algo mas Jae le otorgo un pequeño brazalete que solo le podía entrar a él, dice que estaba con sangre con la sangre de los hijos de Ares, esto le permitiría acceder a cualquier región el Tártaro sin problemas. Ahora un nuevo lugar abría su puerta el tártaro, que tipo de lugar seria eso lo estaba a punto de averiguar.

Al entrar con su armadura puesta, el brazalete y la caja de su armadura, sintió como si algo lo tomara del bosque y lo pusieran en otro lugar. Habían llegado una región oscura, donde solo el fuego habitada, la única forma de luz, y un espeluznante camino que llevaba al templo de Ares. Allí se encontraban todas las respuestas, pero los berseker dejaron a Ginko a su suerte.

Antes de retirarte un mensaje telepático llego a la cabeza de Ginko, era Benja aconsejándole que encendiera sus cosmos, ya que el frio de su fuerza era lo suficiente para atravesar los lugares más recónditos de Tártaro. Entonces el joven emprendió su viaje solo en busca de la respuesta al intentar hablar con Ares. El camino era oscuro y muchos ríos de lava cubrían los caminos, el que siempre había vivido en un lugar donde las temperaturas bajo cero son moneda corriente, este lugar parecía insólito para la presencia de su padre.

Mientras caminaba podía sentir el calor que armadura le daba, el calor del suelo, del ambiente y todo el maldito lugar. Era muy similar al infierno en llamas. Hasta que Ginko se detuvo en una oscura montaña, entonces se sentó a reflexionar las palabras de los bersekers, no existía nada coherente en lo que había sucedido, pero llevar aquella armadura ya no lo era. Entonces intento encender su cosmos, como le dijo Benja, pero le era difícil, forzaba su cabeza de mil maneras, y solo tenía fallos una tras otro.
Luego se le ocurrió porque no utilizar el enojo de aquel día, y vio que eso funcionaba su armadura negra resplandecía como un fulgor negro entre el fuego rojo del lugar.

Pero tardo aún más aprender a enfriar su cosmos, no entendía como su padre era capaz de tales acciones, entonces subió sus brazos al cielo como hacia su padre, invocación a su constelación, pensó que así podría logras enfriar ese ambiente. Luego de 3 horas solo seguía ahí parado intentando nada. Su camino era largo y aun no sabría cómo cruzar tantos ríos de lava, así que solo pensó en frio muy frio, pero solo sobre sus pies para poder ser capaz de atravesar los ríos.

Milagrosamente fue capaz de crear una ligera capa de hielo que se derretía rápidamente pera suficiente para cruzar aquel lugar. Nuevamente una voz interrumpió sus logros se podía oír esto -No está mal, pero como cisne legendario, debería poder congelar la lava- Menciono un hombre extraño, se llamó a sí mismo el berseker de acuario. De lastima se dispuso a ayudar al aprendiz Ginko, en un mundo nuevo para él y si armas para defenderse, habrá pasado como 3 días desde que aquel hombre le enseño las nociones básicas de su armadura. La aprendió de una forma fugaz pero mala, no era capaz de efectuar ciertas cosas de la forma correcta, pero al menos ya podía cruzar el mar de lava con unas botas creadas por su propio hielo.

Esto era un avance para él, había llegado ya un camino que conducía a unos salones gigantes e imponentes. Según los letreros que él no entendía, ya que estaba en griego pensó que allí viviría alguien de importancia, pero sospechaba que Ares aún estaba lejos, el entrenamiento con acuario le había permitido mejorar el sentir de los cosmos.

Una voz penetro en aquello sala. -Quien se atreve a entrar en sala del tormento del dios del terror-.

Sin duda, ahora ginko estaba en problemas.....


 Luego de haber conocido los bersekers de ares y haber tenido una buena bienvenida de los 3 bersekers con lo que Ginko se encontró. Se dirigió al camino de la perdición donde allí se dirigiría al templo de Ares done hablaría lo que se tuviere que comunicar. Un camino ardiente se encontraba cerca del primero templo una letras en griego sobre el techo de la entrada parecían indicar el nombre de la persona que los resguarda, pero el cisne era de Rusia, no tenía idea de cómo entenderlas. Una fuerza oscura emanaba aquel templo maldito, seguramente un fuerte enemigo aguardaba allí. Pero Ginko entro sin vacilar.

-Hay alguien aquí, soy Ginko el berseker de cisne….
Un fuerte presencia paro el discurso que estaba por pronunciar.
-¿Qué haces aquí mortal? Este no es un lugar para ti, ¡soy el dios del terror Deymos!- Esta voz espeluznante petreno hasta lo más profundo del alma del joven cisne.

-He venido a hablar con Ares, tengo preguntas para el- Respondió Ginko-
-Así osas hablar con mi padre, crees que tiene tiempo para un mor….- Y en este momento se percató del brazalete que llevaba el, el brazalete que le habían otorgado a Jae que poseía la sangre de los hijos de Ares.

-Ya veo, tienes aquel brazalete, veo que Jae no te ha dicho todo lo que debía, puedes pasar y mis demás hermanos también la harán, pero ten cuidado mi padre no tendrá piedad alguna, incluso perderás tu vida si quieres hacerlo entrar en razón- Advirtió Deymos.

-Ya he llegado hasta aquí y no me echare a atrás, gracias Deymos- Y Ginko salió corriendo a las siguientes salas.

El cisne negro sigue corriendo entras las otras salas del tormento, presentándose los demás dioses lo dejaron pasar con cierta nostalgia, pero ellos advertían los mismo que Deymos que hablar con Ares solo provocaría la muerte de este joven. Aun así llego hasta que llego al infernal templo de Ares la fuerza cósmica que emanaba aquel lugar era increíble, un fuego cubría los muros provenientes del mismo infierno que representaba el tártaro. Una gran puerta maciza era la entrada de aquel, esta puerta se encontraba entre abierta, como si estuviera lista como para que cualquier persona quiera entrar. No era así, sino que simplemente se encontraba en esa forma.

El joven Ginko ingreso a allí decidió a entablar una charla con ares. Al entrar se podía un gigante templo repleto de pilares y decorados en ellos, telas rojas brillantes por doquier, pero una llamas sobresalían al final del templo un gran trono hecho de algún material que seguramente no podría conseguir, cubierto de una imponente armadura y una lanza que representaba el símbolo de su poderío, además de un fuerza cósmica que creaba un gran fuego a su alrededor. Era el, era el dios de la guerra Ares, su fuerte presencia era acompañada de un postura degradadora de lo que se encontrara en su camino.
-¡¡ARES!!- Grito Ginko. –Soy el portador de la berseker de cisne, he venido a plantar una gran pregunta que me ha traído desde ya hace 4 años en Rusia. ¿Por qué abandonaste a mi padre?

Un segundo después la risa de Ares lleno todo el templo, y se levantó de su gran trono donde se podía oír los pasos metálicos de su armadura. Y con una vez que hace estremecer todo el tártaro pronuncio.

-Tu mortal piensa que estas en posición de exigirme algo a mí, al dios creador de la berseker que portas, solo por llevar el brazalete creado por mis hijos no te seré suave. Si quiere respuesta será mejor que sepas como obtenerlas.- dijo Ares.

-Estoy preparado-Dijo ginko- Pero si te logro vencerte deberás decirme todo lo que sepas sobre mi padre, de acuerdo-

-Te he dicho que no eres quien para darme ordenes-. Y rápidamente el dios se encontraba detrás de la espalda de ginko. –Te esto niño molesto-. Y un fuerte golpe cargado de una potente fuerza cósmica estaba por impactar en ginko.
Pero ya no el mismo de hace 4 años había aprendido mucho en tantos años de viaje, rápidamente logro detener el golpe de ares con su escudo que por la fuerza del golpe recibió algunas fracturas que era casi invisible por el color oscuro de la armadura. –No piense Ares que he venido a verte sin tener nada preparado, he esperado mucho este tiempo- Luego de esto el cosmos de joven cisne se comenzaba a juntar en su puño derecho, y un gran fuerza helada estaba a punto de ser liberada.
-Dark cristal dust!-
Una fuerte ventisca fue enviada a través de puño de ginko era similar a una onda de luz oscura y los cristales reflejaban las luz alrededor templo. Pero Ares se sentido decepcionado y una fuerte bola de fuego emano de su puño que detuvo la ventisca como si fuera una simple brisa. Ginko jamás tuvo en cuenta en poder de los dioses y más de alguien como Ares.
-No puede ser- dijo sorprendido ginko.

-No me hagas perder mi tiempo muchacho- Replico Ares.
El cosmos de Ginko comenzaba a encenderse como nunca, con la esperanza de vencer a Ares, se acercó a toda velocidad para acertar un golpe con su puño helado. Pero Ares con tan solo llevar su mano contra ginko lo envió a volar contra los muros del templo, el impacto había sido tal que las fracturas de la berseker se volvían notorias. Con un gran esfuerzo Ginko se levantó del suelo, y su vista se tornó un poco borrosa pero no lo suficiente como para que evitara ver a Ares.

Y entonces él dijo – Creí que darías un mejor show como tu padre no vales nada, remedio de berseker, debería arrancártela con mis propias manos, eres débil al igual que tu padre-.

Esas palabra llegaron a lo más profundo del corazón de Ginko, no había nada que le importase que su padre, y esa palabras solo causaban que su fuerza aumente.
-Cállate… no sabes nada de mi padre… menos alguien que lo abandonado como tú-. Dijo ginko mientras su mirada estaba baja y su cosmos crecía. –Veras el poder del hijo del cisne-. Un momento después una gigantes alas se desplegaron de la armadura de berseker su forma era tan bella libero cristales negros y estos fusionado al aura que ginko causaba aumentando su cosmos comenzó a enfriar el templo de Ares. Los fuegos del trono se habían extinguido, y ginko volvió a concentrar cosmos en su brazo derecho, pero lanzar otro ataque, esta vez pensaba introducir el poder frio dentro del cuerpo de Ares.

-Swan Fist- Ginko se acercaba tan velozmente que parecía que su cuerpo estaba volando por los aires, con planeaba impacta contra Ares, pero él pudo logra chocar su puño cubierto de un fuego incandescente que causo que el los cristales del puño de ginko se derritieran y que la armadura que cubre su mano se destruyera por completo. Luego Ares tomo el puño de ginko y lo lanzo de nuevo contra uno de los muros del templo, formando así otro cráter en la pared. Esto provoco que lo hijos de Ares fueran en su ayuda desde la salas del tormento.

Ginko sus alas, ya que estas habían sido destruidas por el impacto, se levantaba con mucha esfuerzo y aun tenia las fuerza pasa combatir. –Ares no me has vencido aun- Le dijo al dios mientras él marchaba a su trono, Ginko recordó parte de su entrenamiento con el berseker de acuario. Y él pensó aquella técnica que había inventado en base a algo sucedió de una cueva en su niñez. Apuntando su mano derecha al techo del templo y la izquierda al suelo grito. –Ice stakes!-
De repente todo fuego del templo se disolvió y fue cambiado por burbujas de hielo que se posaron por todo el lugar, esto impresiono a Ares, pero no sabía lo siguiente. Las bolas estallaron y liberaron millones de estacas heladas esta tenía la capacidad de petrenar las armaduras y el mismo templo.

Pero esto no afecto en nada a Ares, solo unos mínimos rayones a la armadura que portaba su torso, y tomando su lanza la encendió en flamas y lanza contra ginko porque él se encontraba descubierto al tener sus brazos separados. La lanza rompía todas las estacas como si fueran vidrios y lo ojos de ginko se dilataron al ver que lanza iba directo a su corazón. Rápidamente trajo su brazo izquierdo el poseía el escudo de la berseker y su única salvación, a todo esto también una muro de hielo se levantó sin más. Y Ares emocionado por el combate derritió el hielo creado por ginko, y lo que encontró no era nada alentador. La lanza había impactado el escudo de ginko, y este se quebró a la mitad y cayó al suelo, y la lanza estaba atravesando su antebrazo quemándolo por dentro. Él lo retiro rápidamente, pero grito de dolor, entonces para curarse se le ocurrió una de sus ideas hace 4 años, el hielo restante que estaba evaporándose se volvió a convertir en copos de nieves negros que volvían hacia Ginko, estos comenzaron a sanarlo, se podía como la herida de la lanza dejo de sangrar, y se había cicatrizado por completo. Una habilidad sin duda sorprendente.

Entonces el dios se puso serio al ver que este chico era tan insistente, y elevo su cosmos a tal magnitud que todo el volvió a estar en llamas, su puño estaba emanando un fuerza caliente y oscura; y cuando se puso en postura de lanzarlo, desapareció de la vista de Ginko, y como si un comenta pasara frente a su ojos, pero era tarde el puño de Ares de se encontraba en el estómago de ginko, la fuerza lo paralizo por un momento. Pero una gran explosión salió de aquel maldito puño de fuego, esto dejo casi inconsciente a Ginko, era algo que su poder no podía curar, estaba perdiendo demasiada sangre. Y ares solo volvía a trono, se había dado cuenta de la presencia de sus hijos, sentó en aquella gran silla símbolo de poder absoluto dentro del tártaro.

Sin embargo, algo extraño sucedía el cosmos de Ginko se había extinguido, al contrario seguía creciendo. Pero Ares ignoraba esto ya que su fuerza opacaba todo, pero algo lo hiso levantarse de su silla, 3 estacas de hielo habían salido de ella, rompiendo su capa roja en dos, y lanzando el casco que protegía su cabeza por los aires. Esto causado el estallar de la furia de Ares, y el moribundo ginko apenas se había levantado con ayuda de un pilar cercano. La furia de Ares era tal que causo que los berseker cerca de allí se movilizaran ante su dios.
Mientras en el templo de Ares, Ginko se había puesto de pie. Pero la furia de Ares se hacía notar apuntando su brazo al techo de su templo comenzó a extraer fuego que se acumulaba drásticamente. Si ese puño impactaba contra ginko seguramente, sería su fin.
Entonces Ginko levanto su brazo junto sobre su cabeza como si intentara hacer algo, en efecto junto sus puños y el ruido de la fuerza de Ares tal que no permitía a nadie escuchar el nombre del ataque que estaba a punto de lanza. Un ataque realizado gracias a su padre quien lo había salvado con su propia fuerza de aquellos caballeros dorados.

Un espiral de luz boreal comenzó a cubrir los brazos de ginko y esos bailaban entre ellos, el frio alrededor del cisne negro aumentaba cada vez más y más. Ares había terminado de canalizar su ataque un gran puño de fuego se dirigía directamente hacia el joven. Ginko no perdió tiempo y lanzo su ataque al grito de –Boreal light execution!- Una fuerte onda fría de luz de colores arcoíris se lanzó contra el puño que impactaron directamente. La fuerza de ambos era fuerte, pero la de Ares estaba ganando lugar.

En su conciencia, ginko, pensaba en su padre. –Padre dame la fuerza para vencer a aquel dios que te abandono y darle una lección que me haga merecedor de la armadura que tú portabas- . –¡¡Es tu fin niño!!- Grito Ares.

-¡Enciende cosmos, enciéndete como nunca los has hecho, dame la fuerza para acabar con este hombre, arde y convierte en luz que me guía en mi camino!- Y el cosmos de ginko se tornó diferente, estaba creciendo mucho que el de cualquier simple mortal pudiera hacerlo. Ares no podía creer lo que veía, un simple humano en tan poco tiempo había alcanzado el séptimo sentido. La luz boreal de Ginko estaba congelando el fuego proveniente de Ares. Ni el mismo dios podía creer lo que presenciaba al igual que sus hijos, Ginko estaba superando cualquier habilidad que ellos pudieran conocer. La fuerza de Ginko estaba causando que berseker se destruyera de a poco, su armadura tenia múltiples fracturas y suelo se teñía de lo pedazos de ellas.
Entonces, la fuerza de la luz boreal de ginko termino de congelar el puño ardiente de Ares. Hasta el antebrazo de Ares estaba helado, el niño había alcanzado no solo el séptimo sentido sino también el cero absoluto que tanto alardeaba el berseker de acuario. Mientras que ginko, solo podía caer inconsciente, no podía la magnitud de lo que había logrado. Ares ordeno a sus hijos y sus berseker que se hicieran cargo del joven cisne negro, no solo que lo entrenaran, sino que reparen su destruida armadura que yacía en parte por todo el suelo. Entonces le hicieron una nueva, esta se encontraba inutilizable, pero utilizaron los restos de ella.
Finalmente, los hijos del dios Ares se llevaron a Ginko para curar su herida ya que su padre quería la persona que pudo congelarlo vivo. Y le encomendó a los berseker que lo encontraron cuidar de él, y enseñarle la educación de berseker. Pero antes de que se llevaran del templo el moribundo ginko dijo –Gracias… Ares… por entenderme… -. Y el dios le respondió con una voz calmada –Desde ahora te vigilare más de cerca cisne negro, ojala vuelva el día que pueda ver volar esa ave como vuelas tu aquí en los fondos del tártaro….-


Tiempo más tarde…

Benja y Jae tomaron al cisne negro como un pupilo, pero ellos quizás algún día vuelva a ver aquel cisne que voló en el infierno del templo de Ares….

3 comentarios:

  1. te van a denunciar por chorerar a los caballeros del sodiaco

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  2. Aclaro en un principio que es un fic, ademas anonimo zodiaco va con "z". Ademas son cosas de mi propia creacion. No creo que venga kuramada a denunciarme ;)

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